Tras un partido sufridísimo, el Sevilla logró reverenciar a su mayor leyenda con un triunfo labrado sobre el sudor, el ahínco , la sangre de Jesús Navas incluso por un golpe en la rodilla de Hugo Álvarez involuntario. y la cantera. El gol de Manu Bueno en el minuto 64 se aúna a los tributos distintos que ha tenido en una jornada única: la del último partido de la mayor leyenda del Sevilla en la historia.
Jesús Navas ha dado una emocionante y vibrante vuelta al estadio entre vítores de la afición y cariños de los compañeros. Se paró en Gol Sur y besó el lugar donde cayó desvanecido Puerta en el 25 de agosto de 2007. Y después en Gol Norte cogió su camiseta y, tapando su nombre, señaló el dorsal 16 del compañero fallecido señalando al cielo. "Es lo que se merecen Antonio Puerta y Reyes", dijo entonces ante los micrófonos del club.
El Celta jugó mejor la sección primera. Y el Sevilla se sobrepuso en la segunda tras la entrada de García Pascual por Iheahacho al descanso. Ahora eran once contra once.
Álvaro debió realizar múltiples paradas clave en los momentos en los que apretó el equipo de Claudio Giráldez. Nada podía torcer el homenaje a Jesús Navas. Incluso un poste en la primera parte evitó que se adelantara el Celta.
Tras el descanso , García Pascual bregó muchísimo y ganó balones a fin de que el Sevilla se estirara y presionase arriba. Tras un córner sacado en corto, Saúl se la puso en la frontal a Manu Bueno, quien en a la tercera la coló dentro tras un par de intentos. El jerezano con su zurda firmó el triunfo con rúbrica canterana. Todo un monumento simbólico que ensalza los valores que siempre defendió Jesús Navsa. Sus lágrimas se hicieron contagiosas. Jamás mucho más jugará en Nervión un partido oficial: queda su legado, de esfuerzo al límite , de búsqueda del triunfo sobre el sacrificio. Con sangre, sudor y lágrimas. Ahora queda su último partido en el Bernabéu y, más que nada , el legado de un mito viviendo del Sevilla.