Si el Girona merecía acabar este histórico 2024 de alguna manera debía ser así. En Montilivi. Con su gente. Con su fútbol. Con una victoria, claro. El club ha crecido mucho estos últimos meses, se ha metido en Europa y ha visto cómo ahora se le exige como no se le había exigido en toda su historia. Por eso, después de caer ante el Mallorca, el equipo necesitaba irse al 2025 con las mejores sensaciones. Y se irán cuajando uno de los mejores partidos de la temporada. Todo salió a pedir de boca.
Pedía Míchel en la previa más fútbol, más movimiento, más verticalidad... Y, desde luego, el equipo se puso las pilas. Goleó a un Valladolid que fue a Montilivi a verlas venir, con una propuesta repleta de movilidad, pases extra y dominio aplastante. Nadie jugó anclado en su posición. Quizás solo Krejci. Así volvió loco el equipo a toda una zaga rival.
Al final, todo cayó por su propio peso. Entre Miguel Gutiérrez y David López, Abel Ruiz, que lo necesitaba como el comer, y Danjuma pusieron los nombres a los goles. Portería a cero. También tocaba. Volvió Yangel Herrera. Todo buenas noticias.
A la que llegó el primero, el Girona respiró tranquilo. Si de por sí en el equipo 'gironí' el esquema importa más bien poco sobre la pizarra, ante el Valladolid, Míchel le dio una vuelta de tuerca más. Krejci, David López y Blind cerraron atrás. El resto, a moverse. Miguel y Arnau aparecieron por donde quisieron, igual que Van de Beek y Bryan Gil. Mucha movilidad para desarbolar a un Valladolid que puso el autobús ya en su alineación.
Llegaba el equipo de Míchel con convencimiento arriba, pero un día más le estaba siendo muy complicado dar ese último pase. Verticalidad hasta que se llegaba al vértice del área, donde se apagaban las luces. Hasta que apareció ese golpe de suerte que tan poco ha tenido el Girona esta temporada.
Forzó la falta peligrosa Bryan Gil con una diagonal de puro talento, Miguel Gutiérrez le pegó y el balón, después de tocar en David López, se coló en la meta de Hein. Podría haber sido fuera de juego, pero el jugador que se puso debajo de la barrera para tapar el disparo raso lo impidió. Qué cosas.
Con el 1-0, tranquilidad... pero también mucho fútbol. Los 'gironins' no bajaron la marcha y, con Miguel como protagonista, cayó el segundo. La puso el madrileño y en el segundo palo cabeceó a la red Abel Ruiz. Cómo necesitaba el gol el valenciano. Tenía ya el partido sumamente controlado el equipo de Míchel justo antes del descanso.
En la reanudación, ni rastro del Valladolid. Los de Cocca no fueron a más y ni siquiera inquietaron a Gazzaniga más allá de un disparo peligroso de Manu Martín. Los 'gironins', por su parte, se divirtieron junto a su afición. Hein le negó el tercero a Bryan Gil, pero no pudo sacar el remate de Danjuma tras asistencia de Arnau Martínez. Dos asistencias y medio gol de los laterales del Girona. Así son Arnau y Miguel. Al final, incluso el regresado Yangel Herrera pudo tener minutos. Noche redonda en Montilivi.