"Chicos, qué orgullo.¡Seguimos !", afirmaba el \'speaker\' justo después de que Julián Álvarez, con su doblete, hubiese salvado al Atlético del desastre. Poco podía achacarle la afición de la UE Vic a su equipo. Cuatro categorías más abajo que su rival , los de Ramon Carrascal le habían plantado cara al cuadro rojiblanco a lo largo de prácticamente todo el partido. Un esfuerzo titánico, una hinchada entregada y una localidad que vibró con los suyos. Vic fue una celebración y estuvo cerca de ser una disparidad impensable. Sin embargo , la presencia de un campeón de todo el mundo como Julián lo cambió todo. Doblete para el argentino en un Hipòlit Planàs que agradeció un partido histórico.
El \'we are the Champions\' sonaba justo antes que arrancara el partido. No podía ser al azar. La UE Vic sabía que, pasara lo que pasara, ya había ganado. Porque había llenado su campo, doblando el aforo tolerado. Porque había movilizado a una ciudad. La había transformado al rojiblanco y le iba a prestar una celebración histórica. Daba igual el resultado.
Le daba igual a toda Vic, pero no al equipo , que vendió cara no, muy, muy cara su piel. La eliminatoria no debía tener mucha historia, pero vaya si la tuvo. Por el hecho de que si el Atlético esperaba rematar la faena en media parte, pronto se iba a hablar que no iba a pasar de ronda sin bajar del autobús. En los primeros diez minutos, ni siquiera sabía si Agustín Mora se había puesto los guantes.
Tuvo toda la posesión del mundo , pero le sirvió para muy poco. Un mano a mano de Correa y un tiro franco de Gallagher tras una jugada de pizarra fue todo lo potable del grupo colchonero ante una UE Vic que asimismo dispuso de las suyas. Puso toda la carne en el asador en las disputas atrás, se fajó a correr y dejó que Dídac Serra e Ignasi Quer hicieran lo que tengan la posibilidad de arriba.
No les fue mal. En verdad , los dos dispusieron de un par de tentativas tras sendos fallos protectores de la zaga del Atlético que próximo estuvo de lamentar Musso. Tras un primer tiempo disputadísimo, llegaba el descanso. Lo festejaba el Hipòlit Planàs tal y como si de una victoria se tratase. Menudo empate.
En la reanudación, deseó cambiar la película Simeone. Sentó a los pequeños y lo fio todo a Julián, Koke, Galán y compañía. Llegó más y mejor el Atlético. pero asimismo una UE Vic que disfrutó de las mejores ocasiones del partido. Otra vez la dupla Dídac-Quer logró estragos en la zaga del Atlético, con un Martí Riese que, llegando desde la segunda línea, se sumó a la fiesta.
El partido se jugaba en el césped, pero asimismo en las gradas. Menuda disparidad. Cada saque de banda y cada falta en pos de los locales era festejado a lo grande. Se salvó el cuadro rojiblanco, que debió recurrir a Griezmann para socorrer la papeleta.
Y de esta forma fue. No marcó ni asistió, pero vio desde cerca como Giuliano Simeone caía en el área y Cuadra Fernández señalaba el punto de penalti. No falló Julián Álvarez. Como tampoco lo logró para culminar una contra de manual en los últimos compases del duelo. Poco que mencionarle a la UE Vic, que logró un genuino partidazo.