El Real Madrid es ese equipo que te mata sin que te des cuenta. Da lo mismo que hayas planteado el partido especial. Da lo mismo que te esté saliendo absolutamente todo. Da lo mismo que creas tenerlo todo bajo control. Cuando deseas reaccionar, los blancos ahora te pasaron por encima. Esta tesis la volvió a sufrir en sus carnes el UCAM Murcia. Tras bordar el baloncesto a lo largo de dos cuartos, vio de qué forma el conjunto blanco desempolvó su armamento en la segunda mitad para desarbolar a los murcianos y anotar un nuevo título liguero a su palmarés (73-84). El número 37, el sexto en la última década. Y, pese a la resistencia murciana, por la vía rápida (3-0 en la serie).
El conjunto de Sito Alonso hizo uso de todas sus armas para forzar el cuarto partido, pero fue insuficiente. Un tercer cuarto soberbio del elenco de Chus Mateo, dirigido por Musa (18 puntos) y Hezonja (17 puntos en su posible último partido de blanco), dinamitó el tercer choque de la final.
Sito Alonso parecía tener aprendida la lección de los dos primeros partidos en el Wizink Center. El preparador planteó un inicio de acercamiento intensísimo. El UCAM disfrutaba de su última bala para luchar por su primer título liguero y el Palacio de los Deportes de Murcia, sabedor de este hecho , apretó como jamás.
Dylan Ennis se mostró encantado en este contexto. Enchufó tres triples en el primer cuarto prácticamente sin despeinarse. El canadiense, escoltado por un inconmensurable Kurucs, lideró a un UCAM que salió al primer paso por la silla 2 puntos arriba (19-17).
La intensidad y el acierto locales iban ‘in crescendo’ a medida que avanzaba el partido. Ennis proseguía con su particular recital, al que se unía Sleva con picotazos esporádicos. Campazzo, desesperado , era inútil de conectar con los exteriores blancos, desaparecidos a lo largo del primer acto. Solo Musa parecía enseñar un atisbo de entonación. Tras llegar a los diez puntos de máxima diferencia, los murcianos se marcharon al descanso con un +8 (40-32).
El paso por vestuarios lo cambió todo. El Real Madrid fue capaz de soportar las embestidas de Ennis, empeñado en jugar otro partido mucho más. El canadiense anotó la última canasta local antes de que la tormenta blanca aterrizase en el Palacio de los Deportes de Murcia.
Campazzo y Hezonja despertaron de su letargo y se unieron a Musa para poner un 0-13 de parcial que le dio la vuelta al partido totalmente. Del 53-45 pasamos al 53-58 y el Madrid, prácticamente sin despeinarse, irrumpió como un vendaval para aniquilar las esperanzas del UCAM Murcia de disfrutar de un partido mucho más ante su público. El resultado parcial del tercer cuarto (16-34) patentizó lo que todos vimos esta temporada: el potencial ofensivo del Real Madrid, en el momento en que está afinado, es prácticamente irrealizable de frenar.
El último periodo dejó un Palacio de los Deportes totalmente entregado a los suyos. El UCAM Murcia, protagonista de una temporada histórica, fue premiado por su afición mientras se resistía a su destino. Ennis completó su exhibición (18 puntos) y Sleva y Radebaugh añadieron picante al tramo final, pero un mate de Yabusele puso el broche al encuentro y llevó una exclusiva conquista a las vitrinas blancas.
El premio , alzado al cielo por Rudy en su último partido de blanco, es el tercer título que suma el Real Madrid esta temporada, tras la conquista de la Supercopa y la Copa del Rey. Solo la derrota en la final de la Euroliga ante el Panathinaikos privó al equipo merengue de llenar el pleno en una campaña nuevamente histórica.